ESTUDIO DE LA BIBLIA
TEMA 3. el autor de la biblia
Todo libro tiene su autor. Y según como sea el
autor así será el libro. Cabe preguntarnos: ¿quién escribió este maravilloso
libro de la Biblia? ¿Lo escribió directamente o se sirvió de instrumentos
humanos? ¿Cómo se puede comprobar que fue Dios el que hizo redactar la Biblia?.
Todo esto en nuestro estudio de la biblia...
Introducción
Todo libro tiene su autor. Y según como sea el
autor así será el libro. Cabe preguntarnos: ¿quién escribió este maravilloso
libro de la Biblia? ¿Lo escribió directamente o se sirvió de instrumentos
humanos? ¿Cómo se puede comprobar que fue Dios el que hizo redactar la Biblia?
Se cuenta que un hombre preguntaba a una mujer:
―¿Cómo puede usted probar que la Biblia es palabra de Dios? ¿Es que Dios habló
con usted?‖. La mujer le respondió, señalando con la mano el sol: ―¿Puede usted
demostrarme que eso que se ve allá es el sol?‖. – Sí, señora. La mayor prueba
de que es el sol, es que me da luz y me da calor.
- Muy bien, dijo la mujer. Así pasa con la
Biblia: la mejor prueba de que es Palabra de Dios es que ese Libro me da luz,
pues me ilumina lo que debo hacer; y me da calor, pues me anima a amar a Dios y
al prójimo.
Esa es la prueba de que la Biblia sí viene de
Dios: ese libro hace milagros de iluminación y de cambio a quien lo lee.
Pero Dios se sirvió de instrumentos humanos
para llevar su Palabra. A estos instrumentos los iluminó, y les respetó su
estilo y su temperamento, su cultura y su personalidad, y hasta el sello de la
clase social a la que pertenecían.
¿Quién escribió la Biblia?
El autor de la Biblia es Dios, pero Dios se
sirvió de unos instrumentos que sólo escribían lo que Dios les inspiraba, pero
respetándoles su modo de ser, su temperamento y su condición social. En la
composición de los libros sagrados Dios
se valió de hombres elegidos, que usaban de todas sus facultades y talentos; de
este modo obrando Dios en ellos y por ellos como verdaderos autores, pusieron
por escrito todo y sólo lo que Dios quería. (Dei Verbum, 11).
¿Qué es una inspiración? Inspiración es un
deseo que nace de la persona y que lo impulsa a realizar algo. Hay
inspiraciones humanas, cuando proceden de las facultades humanas (p.e. un
cuadro, una escultura, un libro, una poesía). Y hay inspiraciones divinas,
cuando proceden de Dios por conducto del Espíritu Santo, y lleva al hombre a
ejecutar algo que Dios le inspira y como Dios le inspira. De esta última
hablamos aquí.
Dijimos que Dios respetó a los escritores
sagrados, influidos por las costumbres y cultura de los países en los que
vivían, dejando huella de su estilo, temperamento, personalidad e incluso de la
clase social a la que pertenecían o el oficio que desempeñaban; así, por
ejemplo, san Pablo muestra su temperamento impetuoso, san Juan, místico y
sereno; san Marcos, detallista; Lucas, como buen médico, nos revela a un Jesús
lleno de misericordia, etc.
La mayor parte de los autores del Antiguo
Testamento son desconocidos para nosotros; cosa comprensible ya que la
literatura antigua era anónima, pues las composiciones, tanto orales como
escritas, pertenecían a la comunidad y no a los individuos. Muchos escritores
además se basaron en la tradición oral, que ampliaban, por lo que algunas obras
se atribuyen a aquel autor que más haya influido en ella. Así ocurre, por
ejemplo, con el Pentateuco que se atribuye a Moisés siendo que él es sólo autor
de su núcleo fundamental.