ESCUELA DE LA FE.
TEMA 0. iNTRODUCCIÓN. VOLVER A DIOS.
En el año 2012, el Papa Benedicto XVI desarrolló un ciclo de
catequesis en las audiencias de los miércoles que se expusieron a lo largo de
todo el Año de la fe, que luego continuó su sucesor el Papa Francisco. Nuestra
“ESCUELA DE LA FE”, es recuperar a leer, reflexionar y meditar estas catequesis
dando lugar a una nueva sección de nuestra web que pretende ayudar a la
formación del catecismo de la Iglesia Católica en las redes sociales. Todas estas
catequesis son un gran tesoro, una gran herencia que no deben estar guardando
polvo, y que hay volver a sacar a la luz de vez en cuando.
La formación de un católico nunca se acaba en esta vida, hay tanto
por aprender, hay tanto que poner en práctica. Pero cuando se desea empezar a
trabajar con el catecismo y que este trabajo se provechoso se plantea muchas
dudas de cómo desarrollarlo, y más cuando se pretende que sea de una manera
dinámica ayudando a la formación de jóvenes y no tan jóvenes, ir poco a poco, y
que suponga para el alma, tal como le supone la lluvia fina, lenta y constante
para el campo. Nos planteamos ¿por dónde es mejor empezar? Creo que volver a
empezar por donde el Papa emérito nos aconsejó en el comienzo del Año de la Fe
da garantía a una buena formación, mínimo a coger una buena ruta para formarse.
Aunque por supuesto no será la única.
El Año de la Fe fue convocado, coincidiendo con la celebración de los cincuenta años
de la apertura del concilio Vaticano
II, y lo hizo con el motivo con el siguiente objetivo para que “la
Iglesia, es decir todos, renovaran el entusiasmo de creer en Jesucristo, único
salvador del mundo; y así reavive la alegría de caminar por el camino que nos
ha indicado; y testimonie de modo concreto la fuerza transformadora de la fe”.
“Es importante volver a Dios, para profundizar y vivir con mayor
valentía la propia fe, para reforzar la pertenencia a la Iglesia, «maestra de
humanidad», que, a través del anuncio de la Palabra, la celebración de los
sacramentos y las obras de caridad, nos guía para encontrar y conocer a Cristo,
verdadero Dios y verdadero hombre. Se trata del encuentro no con una idea o con
un proyecto de vida, sino con una Persona viva que nos transforma en
profundidad a nosotros mismos, revelándonos nuestra verdadera identidad de
hijos de Dios.”
“El encuentro con Cristo renueva nuestras relaciones humanas,
orientándolas, de día en día, a mayor solidaridad y fraternidad, en la lógica
del amor. Tener fe en el Señor no es un hecho que interesa sólo a nuestra
inteligencia, el área del saber intelectual, sino que es un cambio que
involucra la vida, la totalidad de nosotros mismos: sentimiento, corazón,
inteligencia, voluntad, corporeidad, emociones, relaciones humanas. Con la fe
cambia verdaderamente todo en nosotros y para nosotros, y se revela con
claridad nuestro destino futuro, la verdad de nuestra vocación en la historia,
el sentido de la vida, el gusto de ser peregrinos hacia la Patria celestial.”
Estas palabras fueron escritas hace seis años, pero siguen interpelando
nuestro interior como si se hubieran dicho hoy mismo. ¿Cómo es nuestra Fe? Ya nos
hacía la pregunta, Benedicto XVI. ¿La fe es verdaderamente la fuerza
transformadora en nuestra vida, en mi vida?
Continuaremos la semana que viene en nuestra Escuela de la FE
Paz y Bien